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Sociedad civil y desarrollo humano en la globalización.

Descripción

Resulta muy sorprendente que un portavoz líder de la sociedad civil de Filipinas muestre interés por la trimembración. Que lo haga en un libro que aborda el desafío de la globalización, hace crecer la expectación en cada lector. Nicanor Perlas es un hombre muy conocido en Filipinas, un sabio, casi un movimiento en sí. Él se ha dado cuenta con claridad de que la corriente de la sociedad civil con la cual ha estado en relación toda su vida –incluso más de una década durante la dictadura de Marcos– se ha convertido en el más importante contrapeso a los excesos del capitalismo.

Perlas se familiariza con Adam Smith, padre de la economía moderna, citado tan a menudo por los seguidores del capitalismo, y repara en que Adam Smith publicó The Theory of Moral Sentiments [La teoría de los sentimientos morales] mucho antes de la aparición de La riqueza de las naciones. Para poder experimentar los aspectos beneficiosos del sistema de mercado, son indispensables los valores morales, puesto que el mercado, desde sí mismo, no crea esos valores.

Cuando la influencia del estado y las mayorías democráticamente legitimadas trabajan por esencia a nivel nacional, mientras que el mercado opera internacionalmente, nos enfrentamos a la situación en extremo peligrosa de que las fuerzas del mercado se opongan a la democracia, al medio ambiente y la justicia social, y prevalezcan sobre ellos. Este es el dilema omnipresente de la globalización.

Nadie quiere volver al estado-nación, cómodo pero amenazado por la dictadura. Sin embargo, existe una similar renuencia a desistir de los beneficios del control democrático sobre el mercado. Nicanor Perlas formula un principio de trimembración para la sociedad: poder político, cultura, economía. Su área específica es aquella de la cultura. No está hablando aquí de conciertos o de teatro. Siguiendo las ideas del cientista social Paul Ray, perfila una actitud de los creativos culturales, quienes entienden, valoran y defienden la diversidad frente a la monotonía económica.

Los creativos culturales se yerguen en oposición a los representantes del materialismo, el modernismo y la globalización elitista. Hay aquí integrado mucho de esoterismo. Pero no se necesita estar de acuerdo con eso para admirar la fuerza política que emana de estos grupos de sociedad civil posmaterialista, influenciados culturalmente, que hacen temblar a las empresas transnacionales. Nicanor Perlas es un magnífico símbolo, que muestra cómo nosotros los del norte podemos aprender de la sabiduría de los pueblos del sur.